3 El faraón pensará: “Los israelitas están allí atrapados entre el mar y el desierto”.
4 Y una vez más endureceré el corazón del faraón, y él los perseguirá. Lo hago así para mostrarle mi poder al faraón y a todo su ejército. Entonces todos los egipcios sabrán que yo soy el SEÑOR».Los israelitas acamparon donde el SEÑOR les había dicho.
5 Cuando el faraón y sus hombres se dieron cuenta de que los israelitas se habían escapado, cambiaron de parecer, y dijeron: «¿Cómo hemos dejado que estos esclavos se nos vayan? ¿Quién va a hacer el trabajo que ellos hacían? ¿Por qué hemos sido tan torpes?»
6 Sin pérdida de tiempo, el faraón salió en su carro de guerra para perseguir al pueblo de Israel,
7 seguido por todos los carros de guerra de Egipto, seiscientos en total, y otros más conducidos por los oficiales egipcios.
8 Lo hizo porque el SEÑOR le había endurecido el corazón. Así que salió en persecución de Israel, el cual marchaba firme y confiado en la victoria.
9 Todo el ejército del faraón, compuesto por caballos, carros de guerra, jinetes y las tropas de a pie, salió en persecución de los israelitas. Y los alcanzaron cerca de Pi Ajirot, frente a Baal Zefón, junto al mar, donde estaban acampando.