4 Entonces él fundió el oro, y con un cincel hizo un becerro. Al ver el becerro, el pueblo exclamó: «¡Israel, éste es tu dios que te sacó de Egipto!»
5 Cuando Aarón vio lo feliz que estaba el pueblo con el becerro, edificó un altar delante del becerro, y anunció:—Mañana habrá fiesta en honor del SEÑOR.
6 A la mañana siguiente madrugaron y comenzaron a presentar holocaustos y ofrendas de paz. Luego de comer y beber, se entregaron a la diversión.
7 Por eso, el SEÑOR le dijo a Moisés:—Date prisa, desciende, porque el pueblo que sacaste de Egipto se ha contaminado,
8 y pronto han abandonado mis leyes. Han hecho un becerro y lo han adorado; le han ofrecido sacrificios y han dicho: «¡Israel, éste es tu dios que te sacó de Egipto!»
9 El SEÑOR añadió:—He visto que este pueblo es rebelde y testarudo.
10 Deja que desate contra ellos mi ira y los destruya; y de ti, Moisés, haré otra nación grande.