1 El SEÑOR le dijo a Abram: «Deja tu tierra, tus familiares y la casa de tu padre, y vete a la región que te voy a mostrar.
2 Te voy a convertir en una nación muy grande; te voy a bendecir, y te haré un hombre muy famoso. ¡Serás de bendición para muchas personas!
3 A los que te bendigan, yo los bendeciré; pero a quienes te maldigan, yo los maldeciré. ¡Por medio de ti, yo bendeciré a todos los pueblos del mundo!»
4 Tal como el SEÑOR se lo había ordenado, Abram salió de Jarán, y con él también se fue Lot. En aquel tiempo Abram tenía setenta y cinco años.
5 Cuando Abram salió hacia la región de Canaán se llevó a su esposa Saray, a su sobrino Lot y a toda la gente que había comprado en Jarán. También se llevó todas las cosas y animales que había conseguido.
6 Abram atravesó toda la región de Canaán hasta que llegó a Siquén, donde está la encina sagrada de Moré. En ese tiempo, los cananeos eran los que vivían en aquella región.
7 El SEÑOR se le apareció allí a Abram y le dijo: «Esta tierra se la voy a dar a tus descendientes». Entonces Abram construyó un altar para adorar al SEÑOR, porque se le había aparecido allí.