22-23 Pero Abram le contestó:—Le prometí al SEÑOR, el Dios altísimo, creador del cielo y de la tierra, que no me quedaría con nada de lo que es tuyo, ni siquiera con un cordón o una correa de una sandalia. Así no podrás decir jamás: «Abram se hizo rico, porque se quedó con mis bienes».