25 Luego, Abraham le hizo el reclamo a Abimélec acerca de un pozo que los siervos de éste le habían quitado.
26 —Sólo hasta ahora me entero de esto —exclamó el rey—, y no sé quién tenga la culpa. ¿Por qué no me lo dijiste antes?
27 Entonces Abraham le dio ovejas y vacas a Abimélec; y los dos hicieron un pacto.
28 Abraham puso aparte siete corderas del rebaño.
29 Entonces Abimélec le preguntó:—¿Para qué son esas siete corderas que has separado?
30 Abraham contestó:—Es un regalo que te hago como confirmación pública de que este pozo es mío.
31 Desde ese momento el pozo fue llamado Berseba (pozo del juramento), porque allí los dos hicieron un juramento.