31 Al día siguiente, se levantaron muy temprano y sellaron el pacto con un juramento. Luego Isaac los despidió en paz.
32 Ese mismo día los siervos de Isaac vinieron y le dijeron:—¡Encontramos agua en el pozo que estábamos abriendo!
33 Por eso, Isaac le puso a ese pozo el nombre de Seba (Juramento). Por esta razón, aquella ciudad, hasta el día de hoy, lleva el nombre de Berseba.
34 A los cuarenta años de edad, Esaú se casó con una muchacha llamada Judit, hija de un hitita llamado Beerí. Además se casó con Basemat, hija de otro hitita llamado Elón.
35 Estas dos mujeres fueron un dolor de cabeza para Isaac y Rebeca.