10 Pero ella continuó con sus insinuaciones día tras día, a pesar de que él se negaba y evitaba en todo lo posible encontrarse con ella a solas.
11 Un día, mientras José estaba haciendo sus quehaceres en la casa, ella aprovechó que no había nadie más en la casa,
12 lo agarró de la túnica y le ordenó:—¡Acuéstate conmigo!Él salió corriendo, pero ella logró echarle mano del manto y se lo quitó.
13 Cuando ella vio el manto de José en sus manos, y que él había huido,
14-15 comenzó a gritar. Cuando los otros hombres que estaban cerca llegaron corriendo para ver lo que ocurría, ella comenzó a gritar histéricamente.—¡Mi marido tenía que traer a ese esclavo hebreo para que nos insultara! —dijo llorando—. Trató de violarme, pero cuando grité, huyó y olvidó llevarse el manto.
16 Ella guardó el manto, y cuando Potifar regresó a casa esa noche,
17 le dijo:—¡El esclavo hebreo que tienes aquí quiso violarme,