16 SEÑOR, no quiero que alguna terrible calamidad caiga sobre tu pueblo. Tuyo y no mío es el plan, tuyo y no mío es el mensaje que les doy. ¡No soy yo quien quiere su condena! ¡SEÑOR, no me abandones! ¡Siempre te he dicho sinceramente lo que siento!
18 Acarréales confusión y congojas a cuantos me persiguen, y a mí dame paz. ¡Sí, doble destrucción para ellos!
19 Entonces el SEÑOR me dijo: Ve y ponte de pie ante las puertas de la ciudad de Jerusalén, primero ante la puerta por donde entra y sale el rey, y luego ante cada una de las otras,
20 y dile al pueblo: ¡Escuchen el mensaje del SEÑOR, reyes de Judá y todos los habitantes de este país, y ustedes, vecinos de Jerusalén!
21-22 El SEÑOR dice: Sigan la instrucción del SEÑOR para que vivan; no hagan trabajo innecesario el sábado, sino respétenlo como día apartado. Este mandamiento di a sus antepasados,
23 pero ellos no escucharon ni obedecieron. Tercamente se negaron a recibir mi instrucción y seguirla.
24 Pero si ustedes obedecen mi instrucción, dice el SEÑOR, y se abstienen de trabajar el día sábado y lo guardan como día especial y apartado,