5 «¿Dónde hallaremos paz?» claman. «No hay sino miedo y temblor».
6 ¿Dan a luz los hombres? ¿Por qué están entonces ahí, con rostro ceniciento, con las manos apretadas contra la cintura como mujeres a punto de dar a luz?
7 ¡Ay! en toda la historia, ¿cuándo hubo jamás un tiempo de terror como ese que se le viene encima a Israel? Es tiempo de mucho sufrimiento para mi pueblo —para Jacob— como nunca lo experimentaron antes. ¡Pero Dios los librará!
8 Pues en aquel día, dice el SEÑOR de los ejércitos, yo quebrantaré ese dominio extranjero que pesa sobre ti como yugo y te haré libre,
9 entonces sólo le serán fieles al SEÑOR su Dios, y a David su Rey, a quien yo volveré a la vida para que les ayude, dice el SEÑOR.
10 ¡No temas, pues, oh Jacob, siervo mío; no te desalientes, oh Israel, porque yo te conduciré a tu hogar desde tierras lejanas, y a tus hijos desde su destierro! Todos tendrán reposo y tranquilidad en su propia patria, y nadie los atemorizará
11 porque yo estoy con ustedes y los libraré de cualquier peligro, dice el SEÑOR. Aunque destruya totalmente a las naciones en donde los he esparcido, no los exterminaré a ustedes; los castigaré, es cierto, no se librarán del castigo, para que les sirva de corrección.