15 ¡Ay, que ya viene el terrible día del SEÑOR! ¡La anunciada destrucción de parte del Todopoderoso ya se aproxima!
16 Nuestro sustento desaparecerá delante de nuestros ojos; todo gozo y alegría habrá terminado en el templo de nuestro Dios.
17 La semilla se pudre en el suelo; los pajares y graneros están vacíos porque la cosecha se perdió.
18 ¡El ganado muge por el hambre! ¡Los bueyes corren como locos, porque no tienen pasto! ¡También las ovejas están sufriendo!
19 ¡SEÑOR, ayúdanos, pues el fuego ha devorado los pastos, las llamas han quemado todos los árboles!
20 Aun los animales salvajes claman a ti por ayuda, porque se secaron los riachuelos y los pastizales se marchitaron.