10 A la mañana siguiente, temprano, Josué hizo que sus hombres se levantaran y emprendieron la marcha hacia Hai acompañados por los ancianos de Israel,
11-13 y se detuvieron a la orilla de un valle al norte de la ciudad. Aquella noche Josué envió otros cinco mil hombres a que se unieran a los soldados que estaban emboscados en el lado occidental de la ciudad, y él pasó la noche en el valle.
14 El rey de Hai, al ver a los israelitas al otro lado del valle, salió en la madrugada y los atacó en la llanura del Arabá. No sabía que había una emboscada detrás de la ciudad.
15 Josué y el ejército israelita huyeron a través del desierto como si estuvieran completamente derrotados,
16 y todos los soldados de la ciudad salieron en su persecución. La ciudad quedó indefensa.
17 No quedó un solo soldado en Hai, y las puertas de la ciudad quedaron abiertas de par en par.
18 Entonces Jehová le dijo a Josué:—Levanta tu lanza hacia Hai porque te entregaré la ciudad.