11 Por esta razón nuestros ancianos y nuestro pueblo nos ordenaron: "Prepárense para un largo viaje. Vayan al pueblo de Israel y declárenles que nuestra nación les servirá y pidan la paz".
12 Este pan estaba caliente, recién salido de los hornos, cuando emprendimos el viaje. Ahora, como puedes ver, está seco y enmohecido.
13 Estos odres para el vino eran nuevos, pero ahora están viejos y quebrajados. La ropa y los zapatos se han gastado a causa de nuestro largo y difícil viaje.
14-15 Josué y los demás dirigentes finalmente les creyeron. No se preocuparon de consultar a Jehová, sino que hicieron un pacto de paz con ellos. Luego los jefes de Israel ratificaron el pacto con un juramento.
16 Tres días después se descubrió la estratagema: eran vecinos.
17 El ejército de Israel salió a investigar y llegaron a las ciudades de ellos en tres días. Las ciudades eran Gabaón, Cafira, Beerot y Quiriat Jearim.
18 Pero no los mataron y las ciudades no sufrieron daño a causa del juramento que los dirigentes de Israel habían hecho delante de Jehová. El pueblo de Israel se enojó con sus dirigentes a causa de este tratado de paz.