21-22 Pero Jehová nuestro Dios ayudó a Israel a derrotar a Sehón y todo su pueblo, de modo que Israel tomó toda la tierra que se extiende desde el río Arnón hasta Jaboc, y desde el desierto hasta el río Jordán.
23 Así es que, como puedes ver, fue Jehová Dios de Israel el que quitó la tierra a los amorreos y la entregó a Israel. ¿Por qué, entonces, hemos de devolverla a ustedes?
24 Conserva para ti todo lo que tu dios Quemós te dé, y nosotros retendremos todo lo que Jehová nuestro Dios nos dé.
25 Y además, ¿quién crees tú que eres? ¿Eres tú mejor que el rey Balac de Moab? ¿Trató él de recobrar su tierra después que Israel lo derrotó? No, por supuesto que no.
26 Pero después de trescientos años vienes tú a crear problema por esto. Israel ha estado viviendo aquí durante todo ese tiempo, ocupando la tierra de Hesbón hasta Aroer y a todo lo largo del río Arnón. ¿Por qué no hiciste un esfuerzo para recobrarla antes de ahora?
27 Así que yo no he pecado contra ti; más bien tú me has provocado viniendo a hacerme la guerra. Pero Jehová el juez pronto mostrará quién de nosotros tiene la razón, si Israel o Amón.
28 El rey de Amón no prestó atención al mensaje de Jefté.