19 —Dame un poco de agua —dijo él—, porque tengo mucha sed.Ella le dio leche y lo volvió a cubrir.
20 —Ponte en la puerta de la tienda —le pidió él a ella— y si alguien viene buscándome, dile que no hay nadie aquí.
21 Entonces Jael tomó una aguda estaca de tienda y un mazo, y acercándose silenciosamente a donde él dormía profundamente a causa del cansancio; le clavó la estaca en las sienes, le atravesó la cabeza y se la encajó en el suelo, y así murió.
22 Cuando Barac llegó buscando a Sísara, Jael salió a encontrarlo y le dijo:—Ven y te mostraré al hombre que estás buscando.Ella lo condujo dentro de la tienda y encontró a Sísara muerto, con la estaca atravesada en las sienes.
23 Ese día Jehová subyugó al rey Jabín de Canaán ante Israel.
24 Desde ese día en adelante Israel se fortaleció cada vez más contra el rey Jabín, hasta que él y todo su pueblo fueron destruidos.