24 ¡Bendita sea Jael, la esposa de Heber el ceneo!¡Sea ella bendita por sobre todas las amas de casa!
25 Él pidió agua, y ella le dio leche en una hermosa taza.
26 Entonces tomó una estaca y un mazo y partió las sienes de Sísara, aplastando su cabeza.Traspasó con la estaca su cabeza
27 y él quedó muerto a sus pies.
28 La madre de Sísara miraba por la ventana esperando su regreso:"¿Por qué su carro demora tanto en llegar?¿Por qué no oímos el sonido de sus ruedas?"
29 Sus doncellas le respondían y ella misma también lo decía:
30 "Hay mucho botín que distribuir, y eso lleva tiempo.Cada hombre recibe una o dos doncellas, y Sísara recibirá las vestiduras de colores y traerá a su hogar muchos obsequios para mí".