20 Inmediatamente los demás hombres hicieron lo mismo, y tocando las trompetas que tenían en la mano derecha y con las antorchas encendidas en sus manos izquierdas gritaban:—¡Peleamos por Jehová y por Gedeón!
21 Y se mantuvieran firmes y observaron cómo todo aquel enorme ejército comenzó a correr de un lado a otro, gritando y huyendo presa del pánico.
22 En la confusión Jehová hizo que los soldados enemigos comenzaran a pelear entre sí y a matarse unos a otros de uno al otro lado del campamento, y que huyeran en la noche a lugares tan lejanos como Bet Sita, cerca de Zerera, y hasta la frontera de Abel Mehola, cerca de Tabat.
23 Entonces Gedeón hizo llamar a los soldados de Neftalí, Aser y Manasés y les dijo que vinieran a fin de perseguir y destruir al ejército de Madián que huía.
24 Gedeón también envió mensajeros por toda la región montañosa de Efraín invitando a las tropas a que se apoderaran de los vados del Jordán en Betbara para impedir que los madianitas escaparan a través de ellos.
25 Oreb y Zeeb, los dos generales de Madián, fueron capturados. Oreb fue muerto en la roca que lleva su nombre y Zeeb, en el lagar de Zeeb, como se le llama actualmente. Y los israelitas tomaron las cabezas de Oreb y Zeeb, y cruzaron el Jordán para llevárselas a Gedeón.