13 Se llevan a los jóvenes para moler en los molinos y los muchachitos se tambalean bajo el peso de los fardos de leña.
14 Los ancianos ya no se sientan a las puertas de la ciudad; los jóvenes ya no bailan ni cantan más.
15 La alegría se ha ido de nosotros, nuestro baile se ha convertido en tristeza.
16 Todo nuestro bienestar se ha ido, se esfumó nuestra grandeza. ¡Ay, es que hemos cometido tantas maldades!
17 Nuestros corazones están enfermos, débiles; todo lo vemos fúnebre y triste.
18 El monte de Sión esta desierto; en él sólo habitan los chacales.
19 ¡Pero tú, SEÑOR, permaneces para siempre igual! Tu presencia entre nosotros permanece por todas las generaciones.