2 «Ordena al pueblo de Israel que traiga aceite puro de oliva, para mantener encendidas las lámparas, de modo que el santuario esté siempre iluminado.
3-4 Aarón preparará las lámparas que están en el santuario, fuera de la cortina del testimonio. Cada mañana y cada tarde Aarón pondrá aceite nuevo en las lámparas que habrá limpiado. La llama arderá continuamente delante del SEÑOR.
5-8 »Cada día de descanso, el sumo sacerdote colocará doce panes, en dos hileras, sobre la mesa de oro que está delante del SEÑOR. Cada uno de estos panes será preparado con harina de la mejor calidad, y deberá pesar unos cuatro kilos. Sobre cada hilera pondrá incienso puro. Esto será una ofrenda recordatoria, ofrecida por fuego al SEÑOR. Con ella se recordará el pacto eterno que el SEÑOR hizo con el pueblo de Israel.
9 El pan será comido por Aarón y sus hijos, en un lugar señalado para esto, pues las ofrendas que se ofrecen al SEÑOR por fuego son muy sagradas. Esta es una ley que debe cumplirse siempre».
10 Un joven, de madre israelita y padre egipcio, riñó con uno de los hombres de Israel en el campo.
11 Durante la pelea, el hijo del egipcio maldijo el nombre de Dios. Entonces fue llevado ante Moisés para ser juzgado. El nombre de la madre era Selomit, hija de Dibrí, de la tribu de Dan.
12 Mientras se recibía instrucciones del SEÑOR acerca de lo que debía hacerse, el joven fue puesto en la cárcel.