4 En las gradas, los levitas Jesúa, Baní, Cadmiel, Sebanías, Buní, Serebías, Baní y Quenaní alababan al SEÑOR su Dios con cánticos de gozo.
5 Y los levitas Jesúa, Cadmiel, Baní, Jasabnías, Serebías, Hodías, Sebanías y Petaías clamaron:«Pónganse de pie y adoren al SEÑOR nuestro Dios, porque él vive desde la eternidad y hasta la eternidad. ¡Alaben su glorioso Nombre! Su gloria excede a cualquier bendición o alabanza.
6 »SEÑOR, tú eres el único Dios. Tú has hecho los cielos de los cielos, la tierra y los mares, y todo lo que en ellos hay. Tú das vida a todo cuanto has creado, y todos los ángeles de los cielos te adoran.
7 »SEÑOR, tú eres el Dios que escogió a Abram y lo sacó de Ur de los caldeos y le puso por nombre Abraham.
8 Cuando él fue fiel a ti, tú le prometiste, por medio del pacto, darle a él y a sus descendientes la tierra de los cananeos, de los hititas, de los amorreos, de los ferezeos, de los jebuseos y de los gergeseos. Y cumpliste tu promesa, porque eres fiel a tu palabra.
9 »Tú viste las dificultades y los dolores de nuestros antepasados en Egipto y oíste su clamor junto al Mar Rojo.
10 Tú hiciste grandes milagros contra el faraón, sus siervos y su pueblo, porque viste con cuánta crueldad los egipcios estaban tratando a tu pueblo. Tus obras grandes e inolvidables hicieron que te conocieran como un Dios poderoso.