4 Sí, luchó con el ángel y lo venció. Lloró y le imploró que lo bendijera. Se encontró con Dios en Betel, y allí habló con él.
5 ¡Habló con el SEÑOR todopoderoso!
6 Por eso, Israel, busca de nuevo a tu Dios y vive de acuerdo con los principios del amor y la justicia, y siempre confía en él.
7 Pero no, mi pueblo es semejante a los comerciantes tramposos, pues usa balanzas adulteradas para estafar a la gente.
8 Efraín se jacta: «¡Yo soy muy rico! ¡Lo he logrado todo por mi propia cuenta! ¡Nadie podrá probar que he engañado a alguien!»
9 El SEÑOR dice: «Yo soy el mismo SEÑOR, el mismo Dios que los libró de la esclavitud de Egipto, y yo soy el que los hará vivir nuevamente en tiendas, como lo hacían cuando estaban en el desierto.
10 Yo envié a mis profetas para advertirles por medio de muchas visiones, parábolas y sueños».