1 Es mejor la buena reputación que las muchas riquezas, y mejor ser tenido en buena estima que tener oro y plata.
2 El rico y el pobre tienen esto en común: que el SEÑOR los creó a los dos.
3 El hombre prudente ve el peligro y se protege; el imprudente ciegamente avanza y sufre las consecuencias.
4 La humildad y el respeto hacia el SEÑOR llevan al hombre a la riqueza, a la honra y a una larga vida.