22 ¿Es que no pueden comer y beber en casa, para así no dañar a la iglesia ni avergonzar a los que, por ser pobres, no pueden llevar alimentos? ¿Qué debo decirles en cuanto a esto? ¿Debo alabarlos? ¡Pues no señor!
23 Esto es lo que el Señor me enseñó, y que ya les transmití antes:La noche en que Judas lo traicionó, el Señor Jesús tomó pan
24 y, después de dar gracias a Dios, lo partió y dijo:«Esto es mi cuerpo que por ustedes es entregado. Hagan esto en memoria de mí».
25 De la misma manera, tomó la copa después de haber cenado y dijo:«Esta copa es el nuevo pacto confirmado con mi sangre. Cada vez que la beban, háganlo en memoria de mí».
26 Cada vez que comen este pan y beben de esta copa, están anunciando que Cristo murió por ustedes. Háganlo hasta que él venga.
27 Así que si alguien come de este pan y bebe de esta copa del Señor indignamente, está pecando contra el cuerpo y la sangre del Señor.
28 Por eso cada uno debe examinarse antes de comer el pan y beber la copa,