16 Y si la oreja dice: “No soy miembro del cuerpo porque no soy ojo”, ¿dejará por eso de pertenecer al cuerpo?
17 Supongamos que el cuerpo entero fuera ojo, ¿cómo oiría? Y si el cuerpo entero fuera una oreja, ¿cómo podría oler?
18 Pero Dios colocó los miembros en el cuerpo como mejor le pareció.
19 ¡Qué extraño sería que el cuerpo tuviera un solo miembro!
20 Pero Dios lo hizo con miembros diversos que, en conjunto, forman un cuerpo.
21 El ojo jamás podrá decirle a la mano: “No te necesito”. Ni la cabeza puede decirle a los pies: “No los necesito”.
22 Al contrario, los miembros del cuerpo que parecen más débiles son los más necesarios.