1 Y ahora, pasemos a la pregunta en cuanto a si se debe comer o no lo que ha sido sacrificado a los ídolos. Es cierto que todos tenemos conocimiento. Sin embargo, el saberlo todo hace que nos sintamos orgulloso. Lo que se necesita es el amor que edifica.
2 El que cree que sabe algo, todavía no sabe nada como debería saber.
3 Pero Dios sabe quién lo ama de veras.
4 Entonces, ¿Debemos comer carnes sacrificadas a los ídolos? Bueno, sabemos bien que el ídolo no es nada; y que sólo hay un Dios.
5 Pues aunque hay muchos a los que llaman dioses, en el cielo y en la tierra, y los hay,