1 Quiero que sepan cuánto he batallado por ustedes, por la iglesia de Laodicea y por aquellos a quienes nunca he tenido el gusto de conocer personalmente.
2 Mi lucha es para que se animen, que estén unidos estrechamente por las fuertes ataduras del amor, y que alcancen la rica experiencia de una genuina certidumbre y clara comprensión, porque el plan secreto de Dios, que ya por fin ha sido revelado, es Cristo mismo.
3 En él están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento.
4 Digo esto porque temo que alguien pueda engañarlos con palabras bonitas,
5 y porque, a pesar de que me encuentro lejos de ustedes, mi corazón está a su lado, feliz de ver que todo marcha bien entre ustedes y que poseen una fe robusta en Cristo.
6 Ahora bien, de la misma manera que recibieron a Cristo Jesús como Señor, deben comportarse como le agrada a él;