34 Ustedes saben que con estas manos he trabajado para ganar el sustento propio y el de los que andaban conmigo.
35 Y les fui un ejemplo constante de cómo se debe ayudar a los pobres y recordar las palabras del Señor Jesús que dicen: “Hay más dicha en dar que en recibir”.»
36 Al terminar el discurso, se arrodilló y oró con ellos.
37 Luego se fueron despidiendo de él, abrazándolo y besándolo. No podían contener el llanto
38 al pensar que, según las palabras del apóstol, no lo volverían a ver. Al final, lo acompañaron al barco.