29 Me di cuenta que lo acusaban de cosas que tienen que ver con su ley. Pero ninguno de los cargos contra él merecía que lo mataran o lo tuvieran en la cárcel.
30 Cuando me avisaron de los planes que tenían en contra de este hombre, decidí enviarlo a usted de inmediato. Les ordené a los que lo acusan que presenten ante usted los cargos que tienen contra él.
31 Los soldados cumplieron las órdenes que se les había dado y de noche llevaron a Pablo hasta Antípatris.
32 Al día siguiente, los soldados de caballería siguieron con él, mientras los otros volvían al cuartel.
33 Cuando los soldados de caballería llegaron a Cesarea, le entregaron al gobernador la carta y también a Pablo.
34 Félix leyó la carta y le preguntó a Pablo de qué provincia era.Cuando se enteró que era de Cilicia,
35 le dijo: “Escucharé tu caso cuando lleguen los que te acusan.” Luego ordenó que lo dejaran en el palacio de Herodes bajo vigilancia.