26 «Ve a este pueblo y dile:
27 Porque el corazón de este pueblo se ha endurecido; se le han tapado los oídos, y se le han cerrado los ojos.Si así no fuera, podrían ver con los ojos y oír con los oídos, entender con el corazón y volverse a mí para que yo los sane.”
28 »Quiero que sepan que esta salvación de Dios se ha enviado a los que no son judíos, y ellos sí escucharán.»
30 Pablo se quedó dos años completos en la casa que había alquilado, y allí recibía a todos los que iban a verlo.
31 Sin temor alguno y sin que nadie se lo impidiera, anunciaba el reino de Dios y enseñaba acerca del Señor Jesucristo.