27 Todos se quedaron tan espantados que se preguntaban unos a otros:«Qué es esto? Es una enseñanza nueva, ¡y con qué autoridad! ¡Hasta los espíritus inmundos lo obedecen!»
28 La noticia de lo sucedido corrió rápidamente por toda Galilea.
29 De allí, Jesús, Jacobo y Juan se fueron a casa de Simón y Andrés.
30 Y le contaron a Jesús que la suegra de Simón estaba en cama con fiebre.
31 Él se le acercó, la tomó de la mano y la ayudó a sentarse. ¡Inmediatamente se le quitó la fiebre y se levantó a servirlos!
32 Al atardecer, cuando ya se ponía el sol, le llevaron a Jesús todos los enfermos y endemoniados,
33 de manera que la ciudad entera estaba agolpada a la puerta.