11 —A ti te digo, levántate, recoge la camilla y vete.
12 El hombre se levantó de inmediato, tomó su camilla y se abrió paso entre la asombrada concurrencia que, entre alabanzas a Dios, exclamaba:—Jamás habíamos visto nada parecido.
13 Jesús salió de nuevo a la orilla del lago y allí le enseñaba al gentío que acudía a él.
14 Caminando por el lugar, vio a Leví, hijo de Alfeo, sentado en la mesa donde cobraba los impuestos.—Sígueme —le dijo Jesús.Y Leví se levantó y lo siguió.
15 Leví invitó a Jesús y a sus discípulos a comer. También invitó a comer a muchos cobradores de impuestos y a otros pecadores. Ya eran muchos los que seguían a Jesús.
16 Cuando algunos de los maestros de la ley, que eran fariseos, vieron a Jesús comiendo con aquella gente, les preguntaron a los discípulos:—¿Cómo es que éste come con recaudadores de impuestos y con pecadores?
17 Jesús, que oyó lo que decían, les replicó:—Los enfermos son los que necesitan médico, no los sanos. No he venido a llamar a los justos sino a los pecadores.