21 Nadie remienda un vestido viejo con una tela nueva, porque el parche se encoge y rompe el vestido, y la rotura que queda es mayor que la anterior.
22 ¿Y a quién se le ocurriría poner vino nuevo en odres viejos? El vino nuevo reventaría los odres y se perderían el vino y los odres. El vino nuevo se echa en odres nuevos.
23 Un día de reposo, pasaron por los trigales Jesús y sus discípulos, y éstos se pusieren a arrancar espigas.
24 Los fariseos le preguntaron a Jesús:—¿Por qué hacen ellos lo que está prohibido hacer en el día de reposo?
25 Jesús les respondió:—¿Nunca han leído lo que hizo David una vez que él y sus compañeros tuvieron hambre?
26 Cuando Abiatar era el sumo sacerdote, David entró en la casa de Dios y comió de los panes consagrados a Dios, que sólo los sacerdotes podían comer. Y no sólo comió él, sino que también dio a sus compañeros.
27 —El sábado se hizo para el ser humano y no el ser humano para el sábado.