32 »Apréndanse bien la lección de la higuera. Cuando la rama está tierna y brotan las hojas, se sabe que el verano está cerca.
33 De la misma manera, cuando vean que estas cosas empiezan a suceder, sepan que mi regreso está cerca.
34 Sólo entonces terminará esta era de maldad.
35 El cielo y la tierra desaparecerán, pero mis palabras permanecerán, para siempre.
36 »Ahora bien, nadie, ni siquiera los ángeles, sabe el día ni la hora del fin. Sólo el Padre lo sabe.
37-39 Este mundo incrédulo continuará entregado a sus banquetes y fiestas de bodas hasta el día de mi venida, y le va a pasar lo mismo que a la gente que no quiso creer a Noé hasta que fue demasiado tarde y el diluvio la arrastró.
40 Cuando yo venga, dos hombres estarán trabajando juntos en el campo; uno será llevado y el otro dejado.