1 Cuando al amanecer del domingo María Magdalena y la otra María regresaban a la tumba,
2 hubo un fuerte temblor. Un ángel del Señor acababa de descender del cielo y, tras remover la piedra, se había sentado en ella.
3 Tenía el aspecto de un relámpago; y sus vestiduras eran blancas como la nieve.
4-5 Los guardias, temblando de miedo, se quedaron como muertos. Pero el ángel dijo a las mujeres:—No teman. Sé que buscan a Jesús, el crucificado.