33 »Ustedes también saben que hace mucho se dio este mandamiento: “Cumplan lo que le juren a Dios”.
34 Pero yo les digo: Nunca juren. No juren por el cielo, porque es el trono de Dios;
35 ni juren por la tierra, porque es donde él pone sus pies; ni por Jerusalén, porque Jerusalén es la capital del gran Rey.
36 Ni siquiera juren por su propia cabeza, porque no pueden volver blanco o negro ni un solo cabello.
37 Es suficiente con que digan “sí” o “no” y nada más. Si dicen algo más, seguro viene del maligno.
38 »Ustedes saben que está escrito: “Ojo por ojo y diente por diente”.
39 Pero yo les digo: No paguen mal por mal. Si los abofetean en la mejilla derecha, presenten la otra.