28 ¿Para qué preocuparse de la ropa? ¡Miren los lirios del campo, que no tejen su propia ropa,
29 y ni aun Salomón con todo su esplendor se vistió jamás con tanta belleza.
30 Si Dios cuida tan admirablemente las flores, que hoy están aquí y mañana se queman en el fuego, ¿no los cuidará mucho más a ustedes, hombres de poca fe?
31 Por eso, no se anden preocupando por la comida o por la ropa.
32 ¡Los paganos son los que siempre se andan preocupando de esas cosas! Recuerden que su Padre celestial sabe lo que necesitan.
33 Lo más importante es que primero busquen el reino de Dios y hagan lo que es justo. Así, Dios les proporcionará todo lo que necesiten.
34 No se preocupen por lo que sucederá mañana, pues mañana tendrán tiempo para hacerlo. Ya tienen suficiente con los problemas de hoy.