1 Jesús descendía de la colina seguido de una multitud inmensa
2 cuando, de pronto, un leproso se le acercó y se puso de rodillas ante él.—Señor —suplicó el leproso—, si quieres, puedes curarme.
3 Jesús, extendiendo la mano, lo tocó y le dijo:—Quiero. ¡Ya estás curado!E instantáneamente la lepra desapareció.
4 —No te detengas a conversar con nadie —le ordenó entonces Jesús—. Ve en seguida a que el sacerdote te examine y presenta la ofrenda que requiere la ley de Moisés, para que les conste que ya estás bien.
5 Cuando Jesús llegó a Capernaúm, un capitán del ejército romano se le acercó y le rogó
6 que sanara a un sirviente que estaba en cama paralítico y que sufría mucho.
7 Le respondió Jesús:—Iré a sanarlo.