21 El que hace vasos de barro, ¿no tiene acaso el derecho de hacer con el mismo barro una vasija para usos especiales y otra que sirva para uso común?
22 ¿Acaso no tiene Dios el mismo derecho de desatar su ira y su poder contra los que merecían su castigo y estaban preparados para destrucción, con los cuales ya había sido muy paciente?
23-24 Él también tiene derecho de llamar a personas como nosotros, judíos o gentiles, y demostrar así su gran amor y poder para salvarnos. Desde un principio tuvo compasión de nosotros y nos preparó para su gloria.
25 ¿Recuerdan lo que dice la profecía de Oseas?“Llamaré pueblo mío al que no era mi pueblo, y a un pueblo que yo no amaba le mostraré mi amor.”
26 Y añade que los paganos, a los cuales había dicho: “No eres mi pueblo”, serían llamados “hijos del Dios viviente”.
27 El profeta Isaías dijo esto tocante a los israelitas:“Aunque sean tan numerosos como la arena del mar, sólo un pequeño grupo se salvará,
28 porque el Señor ejecutará su sentencia sobre la tierra plenamente y sin tardar.”