1 Entonces David consultó con los capitanes de millares y de centenas, es decir, con todos los jefes.
2 Y David dijo a toda la asamblea de Israel: "Si les parece bien, y si es del Señor nuestro Dios, enviemos mensaje a todas partes, a nuestros parientes que permanecen en toda la tierra de Israel, y también a los sacerdotes y a los Levitas que están con ellos en sus ciudades y tierras de pastos, para que se reúnan con nosotros;
3 y traigamos a nuestro lado el arca de nuestro Dios, porque no la consultamos en los días de Saúl."
4 Toda la asamblea dijo que así lo harían, porque esto pareció bien a todo el pueblo.
5 Entonces David congregó a todo Israel, desde Sihor de Egipto hasta la entrada de Hamat, para traer el arca de Dios de Quiriat Jearim.
6 David subió con todo Israel a Baala, es decir, a Quiriat Jearim, que pertenece a Judá, para hacer subir desde allí el arca de Dios el Señor, que está sobre los querubines, donde se invoca Su nombre.
7 Llevaron el arca de Dios de la casa de Abinadab en un carro nuevo, y Uza y Ahío guiaban el carro.