11 Por tanto, mandaron a reunir a todos los príncipes de los Filisteos, y les dijeron: "Saquen de aquí el arca del Dios de Israel, y que vuelva a su sitio, para que no nos mate a nosotros y a nuestro pueblo." Porque había un pánico mortal por toda la ciudad; la mano de Dios se hizo muy pesada allí.