20 Y el sumo sacerdote Azarías y todos los sacerdotes lo miraron, y él tenía lepra en la frente; y lo hicieron salir de allí a toda prisa, y también él mismo se apresuró a salir, porque el Señor lo había herido.
21 El rey Uzías quedó leproso hasta el día de su muerte, y habitó en una casa separada, ya que era leproso, porque fue excluido de la casa del Señor. Y su hijo Jotam estaba al frente de la casa del rey gobernando al pueblo de la tierra.
22 Los demás hechos de Uzías, los primeros y los postreros, fueron escritos por el profeta Isaías, hijo de Amoz.
23 Uzías durmió con sus padres, y lo sepultaron con sus padres en el campo del cementerio que pertenecía a los reyes, porque dijeron: "Es leproso." Y su hijo Jotam reinó en su lugar.