9 Entonces el rey envió un capitán de cincuenta con sus cincuenta hombres a buscarlo. El capitán subió a él, y allí estaba Elías sentado en la cumbre del monte, y le dijo: "Hombre de Dios, el rey dice: 'Desciende.'"
10 Elías respondió al capitán de cincuenta: "Si yo soy hombre de Dios, que descienda fuego del cielo y te consuma a ti y a tus cincuenta." Entonces descendió fuego del cielo, y lo consumió a él y a sus cincuenta.
11 De nuevo el rey envió a él otro capitán de cincuenta con sus cincuenta que le habló: "Hombre de Dios, así dice el rey: 'Desciende inmediatamente.'"
12 "Si yo soy hombre de Dios," respondió Elías, "que descienda fuego del cielo y te consuma a ti y a tus cincuenta." Entonces el fuego de Dios descendió del cielo y lo consumió a él y a sus cincuenta.
13 De nuevo el rey le envió al tercer capitán de cincuenta con sus cincuenta. Cuando el tercer capitán de cincuenta subió, vino y se postró de rodillas delante de Elías y le rogó, diciéndole: "Hombre de Dios, le ruego que mi vida y la vida de estos cincuenta siervos suyos sean de valor ante sus ojos.
14 Ya que ha descendido fuego del cielo y ha consumido a los dos primeros capitanes de cincuenta con sus cincuenta; pero ahora, sea mi vida preciosa ante sus ojos."
15 Entonces el ángel del Señor dijo a Elías: "Desciende con él y no le tengas miedo." Se levantó Elías y descendió con él a ver al rey,