22 Cuando Joram vio a Jehú, dijo: "¿Hay paz, Jehú?" Y él respondió: "¿Qué paz, mientras sean tantas las prostituciones de tu madre Jezabel y sus hechicerías?"
23 Pero Joram volvió las riendas para huir, y dijo a Ocozías: "¡Traición, Ocozías!"
24 Pero Jehú entesó su arco con toda su fuerza e hirió a Joram en la espalda; y la flecha salió por su corazón y se desplomó en su carro.
25 Entonces Jehú dijo a su oficial Bidcar: "Tómalo y tíralo en la porción del campo de Nabot de Jezreel, pues recuerdo cuando tú y yo íbamos juntos montados detrás de su padre Acab, que el Señor pronunció esta sentencia (este oráculo profético) contra él:
26 'Ayer ciertamente he visto la sangre de Nabot y la sangre de sus hijos,' declaró el Señor, 'y te recompensaré en este campo,' declaró el Señor. Ahora pues, tómalo y tíralo en el campo, conforme a la palabra del Señor."
27 Cuando Ocozías, rey de Judá, vio esto, huyó por el camino de la casa del huerto. Y Jehú lo persiguió y dijo: "Mátenlo a él también en el carro." Y lo hirieron en la subida de Gur, que está en Ibleam. Y huyó a Meguido, y allí murió.
28 Entonces sus siervos lo llevaron en carro a Jerusalén, y lo sepultaron en su sepulcro con sus padres en la ciudad de David.