21 Entonces Joab dijo al Cusita (al Etíope): "Ve, anuncia al rey lo que has visto." Y el Cusita se inclinó ante Joab, y corrió.
22 Y Ahimaas, hijo de Sadoc, volvió a decir a Joab: "Pase lo que pase, te ruego que me dejes correr tras el Cusita." "¿Por qué correrás, hijo mío, ya que no tendrás recompensa por ir?" le dijo Joab.
23 Pero él dijo: " Pase lo que pase, correré." Entonces le dijo: "Corre." Y Ahimaas corrió por el camino de la llanura, y pasó al Cusita.
24 David estaba sentado entre las dos puertas; y el atalaya subió al terrado de la puerta en el muro, y alzando los ojos miró, y vio a un hombre que corría solo.
25 Y el atalaya llamó y avisó al rey. Y el rey dijo: "Si viene solo hay buenas noticias en su boca." Mientras se acercaba más y más,
26 el atalaya vio a otro hombre corriendo. Entonces el atalaya dio voces al portero, y dijo: "Veo a otro hombre corriendo solo." "Este también trae buenas noticias," dijo el rey.
27 Y el atalaya dijo: "Creo que el correr del primero es como el correr de Ahimaas, hijo de Sadoc." Y el rey dijo: "Este es un buen hombre y viene con buenas noticias."