11 Después de él, fue Sama, hijo de Age el Ararita. Los Filisteos se habían concentrado en tropa donde había un terreno lleno de lentejas, y el pueblo había huido de los Filisteos.
12 Pero él se puso en medio del terreno, lo defendió e hirió a los Filisteos; y el Señor le concedió una gran victoria.
13 Descendieron tres de los treinta jefes y fueron a David en la cueva de Adulam al tiempo de la cosecha, mientras la tropa de los Filisteos acampaba en el Valle de Refaím.
14 David estaba entonces en la fortaleza, mientras la guarnición de los Filisteos estaba en Belén (Casa del Pan).
15 David sintió un gran deseo, y dijo: "¡Quién me diera a beber agua del pozo de Belén que está junto a la puerta!"
16 Entonces los tres valientes se abrieron paso por el campamento de los Filisteos, y sacando agua del pozo de Belén que estaba junto a la puerta, se la llevaron y la trajeron a David. Pero él no quiso beberla, sino que la derramó para el Señor,
17 y dijo: "Lejos esté de mí, oh Señor, que yo haga esto. ¿Beberé la sangre de los hombres que fueron con riesgo de sus vidas?" Por eso no quiso beberla. Estas cosas hicieron los tres valientes.