8 Hasta en Horeb provocaron a ira al Señor, y el Señor se enojó tanto contra ustedes que estuvo a punto de destruirlos.
9 Cuando subí al monte para recibir las tablas de piedra, las tablas del pacto que el Señor había hecho con ustedes, me quedé en el monte cuarenta días y cuarenta noches; no comí pan ni bebí agua.
10 El Señor me dio las dos tablas de piedra escritas por el dedo de Dios; y en ellas estaban todas las palabras que el Señor les había dicho en el monte, de en medio del fuego, el día de la asamblea.
11 Y aconteció después de cuarenta días y cuarenta noches, que el Señor me dio las dos tablas de piedra, las tablas del pacto.
12 Entonces el Señor me dijo: 'Levántate; baja aprisa de aquí, porque tu pueblo que sacaste de Egipto se ha corrompido. Pronto se han apartado del camino que Yo les había ordenado; se han hecho un ídolo de fundición.'
13 También el Señor me habló y dijo: 'He visto a este pueblo, y en verdad es un pueblo terco.
14 Déjame que los destruya y borre su nombre de debajo del cielo; y de ti haré una nación más grande y más poderosa que ellos.'