7 Aunque nuestras iniquidades testifican contra nosotros, Oh Señor, obra por amor de Tu nombre. En verdad han sido muchas nuestras apostasías, Contra Ti hemos pecado.
8 Tú, esperanza de Israel, Salvador suyo en tiempo de angustia, ¿Por qué has de ser como extranjero en la tierra, O como caminante que ha plantado su tienda para pasar la noche?
9 ¿Por qué has de ser como hombre desalentado, Como guerrero incapaz de salvar? Sin embargo Tú estás en medio nuestro, oh Señor, Y por Tu nombre somos llamados; ¡No nos abandones!"
10 Así dice el Señor de este pueblo: "¡Cómo les ha gustado vagar! No han refrenado sus pies. El Señor, pues, no los acepta; ahora se acordará El de su iniquidad y castigará sus pecados."
11 Y el Señor me dijo: "No ruegues por el bienestar de este pueblo.
12 Cuando ayunen, no escucharé su clamor; cuando ofrezcan holocausto y ofrenda de cereal, no los aceptaré; sino que con espada, con hambre y con pestilencia los destruiré."
13 Pero yo dije: "¡Ah, Señor Dios! Los profetas les dicen: 'No verán espada ni tendrán hambre, sino que les daré paz verdadera en este lugar.'"