1 Entonces Josué, hijo de Nun, envió secretamente desde Sitim a dos espías diciéndoles: "Vayan, reconozcan la tierra, especialmente Jericó." Fueron, pues, y entraron en la casa de una ramera que se llamaba Rahab, y allí se hospedaron.
2 Pero le dieron este aviso al rey de Jericó: "Unos hombres de los Israelitas han venido aquí esta noche para reconocer toda la tierra."
3 Entonces el rey de Jericó mandó decir a Rahab: "Saca a los hombres que han venido a ti, que han entrado en tu casa, porque han venido para reconocer toda la tierra."
4 Pero la mujer había tomado a los dos hombres y los había escondido, y respondió: "Sí, los hombres vinieron a mí, pero yo no sabía de dónde eran.
5 Los hombres salieron a la hora de cerrar la puerta, al oscurecer. No sé adónde fueron. Vayan de prisa tras ellos, que los alcanzarán."
6 Pero ella los había hecho subir al terrado, y los había escondido entre los tallos de lino que había puesto en orden en el terrado.