4 El reprende al mar y lo hace secar, Y todos los ríos agota. Languidecen Basán y el Carmelo, Y las flores del Líbano se marchitan.
5 Los montes tiemblan ante El, Y los collados se derriten. Sí, en Su presencia se levanta la tierra, El mundo y todos los que en él habitan.
6 En presencia de Su indignación, ¿quién resistirá? ¿Quién se mantendrá en pie ante el ardor de Su ira? Su furor se derrama como fuego, Y las rocas se despedazan ante El.
7 Bueno es el Señor, Una fortaleza en el día de la angustia, Y conoce a los que en El se refugian.
8 Pero con inundación desbordante Pondrá fin a su lugar (a Nínive), Y perseguirá a Sus enemigos aun en las tinieblas.
9 Lo que tramen contra el Señor, El lo hará completa destrucción; No surgirá dos veces la angustia.
10 Porque ellos, como espinos enmarañados, Y ebrios con su bebida, Serán consumidos como paja totalmente seca.