2 Sanbalat y Gesem enviaron a decirme: "Ven, reunámonos en Quefirim en el llano de Ono." Pero ellos tramaban hacerme daño.
3 Y les envié mensajeros, diciéndoles: "Yo estoy haciendo una gran obra y no puedo descender. ¿Por qué ha de detenerse la obra mientras la dejo y desciendo a ustedes?"
4 Cuatro veces me enviaron mensajes en la misma forma, y en cada ocasión yo les respondí de la misma manera.
5 Entonces Sanbalat, por quinta vez, me envió su siervo en la misma forma, con una carta abierta en su mano.
6 En ella estaba escrito: "Se ha oído entre las naciones, y Gasmu dice, que tú y los Judíos están tramando rebelarse; por eso reedificas la muralla. Y según estos informes tú vas a ser su rey.
7 También has puesto profetas para anunciar en Jerusalén en cuanto a ti: 'Un rey está en Judá.' Y ahora llegarán a oídos del rey estos informes. Ahora pues, ven, consultemos juntos."
8 Entonces le envié un mensaje, diciéndole: "No han sucedido esas cosas que tú dices, sino que las estás inventando en tu corazón."