1 Oye, oh Señor, una causa justa; atiende a mi clamor; Presta oído a mi oración, que no es de labios engañosos.
2 Que de Tu presencia venga mi vindicación; Que Tus ojos vean lo que es justo.
3 Tú has probado mi corazón, Me has visitado de noche; Me has puesto a prueba y nada hallaste. He resuelto que mi boca no peque.
4 En cuanto a las obras de los hombres, por la palabra de Tus labios Yo me he guardado de los caminos de los violentos.
5 Mis pasos se han mantenido firmes en Tus sendas. No han resbalado mis pies.